Seguro que en los últimos tiempos, muchos de vosotros, habéis oído hablar de Masanobu Fukuoka. Pues bien, este japonés practica desde aproximadamente 1940 lo que se denomina agricultura natural. El principal objetivo del denominado Método Fukuoka no es otro que reproducir las condiciones naturales para que el suelo se enriquezca progresivamente y, de este modo, aumente la calidad de los alimentos que en él se cultivan.
Principios básicos del método Fukuoka:
- No se labra la tierra. Se trata de mantener la estructura y composición del suelo manteniendo la humedad y los micronutrientes. En lugar de desherbar y ara el suelo, éste se cubre con restos de vegetación o de plantas cultivadas y cosechadas anteriormente, creando de esta forma un compostaje totalmente natural.
- No se usan abonos ni fertilizantes. Si favorecemos la interacción entre los elementos animales y minerales del suelo, no será necesario añadir ningún tipo de aditivo para enriquecerlo.
- No se utilizan herbicidas ni se eliminan las “malas hierbas”. Los herbicidas destruyen los microorganismos del suelo y las “malas hierbas” favorecen la biodiversidad del suelo.
- No se usan pesticidas. Al igual que en el caso anterior, los pesticidas destruyen toda la vida del suelo y el subsuelo, de forma que se producen serios desequilibrios en el subsuelo que son los que en un futuro ocasionarán apariciones de plagas y demás problemas.
- No se podan las plantas. Si el principio básico es reproducir las condiciones naturales, trataremos de favorecer el crecimiento natural de las plantas sin realizar sobre ellas intervención alguna.
“Nendo Dango”. Bolas de arcilla.
Este sistema que, actualmente se usa en muchas partes del mundo como método de reforestación, fue ideado por el mismo Fukuoka. Dicho sistema consiste en la elaboración de unas bolitas de arcilla de unos 3 cm de diámetro en las que se introducen una serie de semillas. Por una parte se introducen las semillas de las plantas que queremos cultivar y recolectar pero, además, se acompañan de otras semillas como por ejemplo una mezcla de hierbas que germinarán más pronto y ayudarán a conservar la humedad del suelo y a proteger la semilla principal. Pues bien, una vez elaboradas estas bolitas se esparcen por la zona que queremos cultivar y se dejan sobre el suelo. Con las primeras lluvias, las bolitas se deshacen y las semillas empiezan a germinar poniendo en marcha todo el proceso de cultivo.
Método Fukuoka
Hay que dejar claro que este sistema requiere de un amplio conocimiento del suelo a cultivar, de las diferentes especies de plantas y de las asociaciones beneficiosas entre las mismas. Pero la calidad de sus cultivos se pone de manifiesto cosecha tras cosecha, logrando frutas, verduras, hortalizas y cereales con un valor alimenticio muy elevado.
Si queréis conocer un poco más sobre el método Fukuoka desde Mi Huerto Jardín os animamos a ver el siguiente video, que aunque no es de muy alta calidad, permite conocer más de cerca este tipo de agricultura, la Agricultura Natural. ¿Alguien se anima a practicarla en su huerto o jardín?